El presente aterra por lo absurdo. Como no sumarse a esta gran fiesta del individualismo empoderado. Como le decía un amigo a otro: “vivo con el miedo de ser irrelevante. – ¿Para tus hijos?… No para las redes sociales”. Al final cada uno encuentra su lugar en el mundo, generalmente en el cementerio.
Si te asomas a los medios te entran serias dudas de que lo de Gaza sea tan o más importante que Taylor Swift. Es que hace tiempo que la realidad se diseñada a nuestra medida. En ocasiones es una picadora de carne. Victoria Villarruel se ha quedado como esas mujeres que ponen el lavarropas para hacerse compañía. Sola, totalmente sola. En una familia política con predisposición a la violencia de género. Que rara es esta derecha nuestra que todos hablan mal de todos y todos tienen razón.
Y las SAD. Qué me dicen de las SAD. ¿De verdad la conversión de los clubes de fútbol en Sociedades Anónimas Deportivas resulta algo prioritario en los problemas de la gente? A pie de calle están los ciudadanos cargados de dificultades, gente desesperada que tiene la costumbre de comer tres veces al día y que considera una hazaña llegar a fin de mes. Nos dicen que las SAD nos hará libres. Tal vez esto no pague las expensas, pero que ilusión nos hace. “¡Papá, no hay nada en la heladera!”- “Que más da, vení, que empieza el partido, y el jeque compró un nueve en las Islas Caimán que la rompe”. Como diría Milei , aquí cada uno va a lo suyo, menos yo que voy a lo mío.
«Jugar a la Mancha»
Editorial de Exceléncia,el de esta Tarde
Felicitaciones !