Las horas aceleran la impunidad,
los minutos arrinconan a los tibios…
Nacerá un segundo donde se saldrá del mal sueño,
pero algo deberá despertarnos: hoy, ahora, en este instante…
A este gobierno, de los hijos predilectos de la dictadura, se lo combate con conciencia, organización, estrategia y coraje.
Son ellos o nuestros derechos, son ellos o el pueblo…
No vinieron a desordenarnos la vida, vinieron a que se la entreguemos… Si pudiesen esconderse por las noches y de una patada quebrar nuestras puertas y arrastrarnos hasta el olvido, lo harían… que nadie lo dude.
Cuentan con la complicidad de los traidores y los genuflexos, cuentan con el silencio de los indiferentes.
Regresaron para terminar (y con carácter de definitivo) lo que comenzaron en el 76.
Jamás nos perdonarán haberles quitado su estirpe de Señores, nunca nos perdonarán la osadía de luchar para que el pobre deje de serlo…
Los que se olvidaron de lo que defendieron hace dos años, que se corran, que el pueblo más temprano que tarde avanza…